Durante el verano los viajes de sonido suelen parar. A no ser que sea en algún retiro o de forma puntual no suelen programarse. Sin embargo este verano he tenido varias sesiones individuales de masajes sonoros.
Los masajes sonoros armonizan el cuerpo y la mente actuando del mismo modo que un viaje de sonido pero a nivel mucho más profundo. Los cuencos están más cerca del cuerpo, que es el objetivo directo de la vibración. Además también hay un momento en el que se pasan por algunas partes del cuerpo trabajando a un nivel mucho más completo.
Por otro lado, la voz interviene directamente para ese momento y esa persona según se necesite.
Si quieres agendar un masaje sonoro, ponte en contacto conmigo:
nela.escribano@gmail.com
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