De nuevo nos encontramos en Lugo envuelta en una alegría extra que aún me mece tras el curso de payasas de Salamanca.. Cerrar el año elevando la vibración de otros seres para mí sigue siendo un privilegio y una especie de deber autoimpuesto con mucho placer y devoción también, he de decirlo..
Los encuentros en Lugo ya son una bella rutina que espero dure mucho tiempo.
Esta vez habrá también masajes sonoros que son tan potentes para quien los recibe como para mí..siempre agradecida a El Centro Habitado, a Aurora y a Lugo que sé que me cuida y mucho..
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!
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Dedicar tu mente y cuerpo a los viajes de sonidos es una elección que como toda elección demanda un compromiso. En mi caso con el canto así como con en de forma de vida: ha de ser afín a lo que haces. Para mí el yoga y la meditación son el medio y un fin en sí.
El compromiso es también con la persona que asiste. Hay un deseo genuino de compartir para que aquel/la que acuda se relaje de verdad y sane y pueda afrontar la vida con un buen reseteo, con el corazón abierto y entendiendo desde ahí para ir sobre seguro.
En esta ocasión todas las personas repitieron y además trajeron a otras porque sintieron que les había venido muy bien y querían compartirlo..¡Qué más puedo pedir! No se me ocurre otra forma mejor de entender que voy por buen camino..
Agradecida siempre
Plaza Mayor de Lugo en Navidad, cielo azul
Fotaza preciosísima de Marcos Fdez que es un cascabel que llena de alegría el espacio.
El mandala que ha adornado hoy la sala con el tema de la Merkaba de nuevo como centro de atención. Estos mandalas al final quedan impregnados de la energía sanadora de la sesión..y llenan mi casa de buena onda.
¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!
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