Noviembre de Viaje de sonido, El centro Habitado (Lugo)

Una vez más tengo el honor de encontrarme contigo en este compartir desde el corazón para que tod@s nos sanemos, nos relajemos, para que abramos en el lugar en el que estemos un espacio de paz, un candil luminoso en el camino. Hoy soy yo, mañana quizá sea otr@ quien comparta la luz que yo necesite. 

Este es el baile de la vida y hay que danzar.

Namasté 

Gracias siempre a El Centro Habitado por tu cuidado y tu confianza y a Lugo del alma mía de esta vida y otras..

(fotos horizontales a las que un poco obligan las redes para poder subir publicaciones) 

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Desde que empecé a compartir mensualmente en este espacio siempre se pone un mandala como en la foto. No solo tiene una función estética, sino que también transmite su propia energía, hace su trabajo también. No llevo uno hecho solo porque sea bonito...

Ya he comentado en alguna otra publicación que durante la pandemia aprendí a hacer mandalas. Había hecho un par de Ojos de Dios hace años para un cuentacuentos de temática nativo americana, en especial de las naciones originarias de Norteamérica pero ahí se quedó mi experiencia mandalera, hasta que sobrevino el confinamiento. Me relajaba casi tanto como meditar porque se convierte en algo meditativo por esa repetición continua y atención plena y por ahora parece que vinieron para quedarse...

Ahora viajo con lanas y palos, veo mandalas en los ventanales góticos, en las ciudades, en la Naturaleza y me siento parte de lo invisible. Me da paz hacerlos, regalarlos, compartirlos y venderlos porque siento que así también se reconoce el esfuerzo y amor que pongo al hacerlos.

 En estos últimos viajes de sonido llevo mandalas basados en Merkabas y después amplio el efecto con algún elemento natural.  Las Merkaba corresponde al chakra corazón. En definitiva, el objetivo de estos encuentros es conectar con nuestro corazón, con nuestra verdad.

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La palabra Merkaba viene del hebreo מרכבה y significa carroza, una carroza celestial. Se trata de una figura de la Geometría Sagrada. 

En este caso se trata de dos triángulos que están colocados en direcciones opuestas. Al iniciar este proceso que yo llamo de crecimiento personal -ya que "iluminación "me parece algo presuntuoso por lo manido del término; porque diferencia a los que están "despiertos" de los que están "dormidos" y eso es el tipo de distinción que le encanta al Ego- los triángulos comenzarían a girar en direcciones opuestas creando un campo cero de fuerza, un cuerpo de luz, un vehículo que nos llevaría a donde somos COCREADOR@S DE NUESTRA REALIDAD, donde nos conectamos con lo Divino. 

La conexión Cielo-Tierra, Materia-Espíriu que reside en el corazón, en su chakra, que es la estrella de David, de Salomón, quizá la estrella de Belén..la luz que te hace hacer el click necesario para vivir en paz dentro de tu cuerpo y de tu mente. 

Al final, todo lo que necesitas lo traes de nacimiento, como la semilla que contiene dentro de sí todo lo que necesita para ser planta, para ser árbol, para ser vida..🌳

Gracias, gracias, gracias.