Friday, December 28, 2007

Enchufes como cordones umbilicales a un mundo sin paredes



…………..(Dependiendo de un enchufe para sobrevivir a la espera aeroportuaria)


Manuela Mar considera difícil romantizar su geografía concreta, aquella que nació mucho antes de que ella se visibilizara.



Manuela Mar explora su topografía de pliegues forzosos y forzados y alisa las arrugas invisibles y entiende las arrugas obligadas.



Manuela Mar ya intentó navegar, de nuevo, por la foto fija de un mar de surcos resecos y lo único que se trajo adherido fue una fina película efecto-estiramiento sobre viejas cicatrices.



Manuela Mar durmió las noches -territorio de nadie- para poder cargarse a las espaldas interminables e intermitentes días.



Manuela Mar se nutre de aeropuertos para poder mecerse suspendida en el mapamundi verbal de las esperas en las terminales de cualquier bandera. Aquí todo es aislable, aséptico y en proceso, aunque irreversiblemente conocido por un uso continuado en los últimos tiempos.

Madrid Barajas


trayecto Salamanca-Ibiza.
27 diciembre 2007