Muy agradecida, como siempre, por hacerlo posible. Cada grupo es distinto, trae su energía y lo que quiere liberar, soltar, sanar..como lo quieras llamar. Siempre cuesta levantarse al final de la sesión y es señal de que la relajación ha hecho un sitio en el corazón de todos.
Hago viajes de sonido desde el año 2019 que hice mi formación en Sonoterapia. Aunque ya trasteaba con un cuenco desde 2013 adquirido en un retiro en Cádiz y ya había usado los cuencos como parte de mis sesiones, cuando hacía las prácticas del TFM en Musicoterapia con usuarios oncológicos en el Hospital Clínico de Salamanca, que ahora ya no existe..
Pues desde 2019 hasta la fecha sigo firme en este camino, más mayor o más joven, más conectada o más terrena, con duelos o sin ellos, más gorda o más delgada, con el pelo largo o corto, con pandemia y sin ella..Todavía recuerdo el salvoconducto que me tenían que hacer para poder ir a Lugo a hacer las sesiones cuando vivía en Galicia en 2020..¡Era todo tan surrealista!..cantar con mascarilla..había tanto miedo y la vez se llenaban las sesiones..
Gracias a todas las personas que me han dado la oportunidad, a todos los que han venido, a los aprendizajes por el camino y seguimos así o cómo arriba dispongan para seguir al servicio.
Gracias, gracias, gracias